Como tal, es un sentimiento positivo que se puede experimentar a nivel físico, mental o espiritual, y que está asociado a la felicidad, el bienestar o la satisfacción. Así, sentimos placer cuando saboreamos un plato que nos gusta, cuando estudiamos un tema que nos apasiona, o cuando nos divertimos o entretenemos con alguna actividad.
La respuesta de nuestro organismo al placer es la liberación de hormonas, como la endorfina, la serotonina y la oxitocina, que nos producen una sensación agradable de bienestar.
Nuestra naturaleza, como tal, asocia el placer con algún beneficio para la especie, de allí que, por ejemplo, el placer sea la forma en que estemos condicionados para procrearnos.
Placer, por otro lado, también puede ser un verbo que significa agradar o dar gusto: “Me place informar a la junta que los objetivos han sido logrados”.
Asimismo, placer también puede referirse a un banco de arena formado en el fondo del mar, o al arenal donde las aguas depositan partículas de oro o de otras piedras preciosas. Por extensión, en América se le denomina placer a la pesquería de perlas en las zonas costeras.

Tipos de placer
Placer físico: es aquel que resulta de la satisfacción de las necesidades del organismo y que se puede experimentar a través de los sentidos. Por ejemplo: el disfrute que produce comer un buen plato de comida, el alivio del vientre o la satisfacción de tener relaciones con otra persona.
Placer psíquico: es aquel que se experimenta a nivel mental y que está asociado con sentimientos que producen la felicidad y el bienestar, como el humor, la alegría, el recreo, el sentimiento de equilibrio y serenidad. En este sentido, disfrutar de un día de playa, recordar los buenos tiempos o divertirse con unos amigos forman parte de las actividades que producen placer a este nivel.
Placer emocional: es aquel proveniente de los sentimientos de amor y afecto que se tienen por la familia, los amigos o la pareja, así como por sentirse socialmente aceptado y apreciado por otras personas.
Placer estético: es aquel producto de la apreciación de la belleza en un sentido artístico. En este sentido, se puede experimentar en la contemplación de una obra de arte plástica, escénica, literaria, musical, etc.